BOBINAS DE MADERA
Algunas personas son capaces de captar, de lo que nos rodea, de aquello a lo que estamos mas habituados, su más profundo sentido. María, una colaboradora de Amara dedica unas bellas palabras tras un paseo por nuestra nave de Bilbao…
Por motivos de trabajo visito un pabellón de material eléctrico. En el exterior hay un conjunto de bobinas de madera alineadas en un rincón de la parcela industrial. Mi trabajo consistirá en estudiar la reforma de las oficinas. Y también, el proyecto de abrir un hueco en la fachada para crear un escaparate atractivo, con acceso directo al interior. Veo las bobinas y no puedo dejar de pasear entre ellas, acercarme a ver la madera, tocarla, y fijarme en sus huellas. Huellas marcadas, creadas por el permanente transporte de un lugar a otro. Los tamaños de las bobinas son distintos, hasta alcanzar un diámetro considerable. Bobinas espléndidas, hechas para rodar, sin embargo, permanecen quietas, unas al lado de las otras, vacías, esperando a los cables que transportarán. Mellas en la madera, tuercas, etiquetas, pintura, todo ese mundo silencioso las señala.